“Presencia e impactos de sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAs) en ambientes remotos y fríos: bioacumulación y transferencia trófica en fauna Antártica”, se denomina el proyecto que iniciarán académicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias y de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.
El proyecto que se adjudicó 30 millones de pesos y financiado por el Instituto Antártico Chileno (INACH), es liderado por el experto en ciencias ambientales de la UdeC, Dr. José Celis Hidalgo, quien destacó la relevancia de esta iniciativa que realizarán en conjunto con un equipo multidisciplinario de profesionales belgas.
“Esta investigación es trascendental si consideramos que desde el año 1950 se han sintetizado alrededor de 140 mil sustancias químicas, la mayoría en las cuales, se sabe, no han pasado por controles de calidad. De hecho, recordemos que la Comisión Lancet de Salud Global en Sistemas de Salud de Alta Calidad (HQSS Commission), que es una Comisión que se dedica exclusivamente a monitorear los efectos que podrían ocasionar ciertos productos industriales, ha alertado al mundo que cerca del 20% de todas las enfermedades están relacionadas directamente con la contaminación química, es decir, producen más muertes que la malaria, el sida y que la tuberculosis juntas”, alertó el Dr. Celis.
El académico agregó que el problema de las sustancias químicas es que también afectan a la biodiversidad al perjudicar las funciones de vida de los organismos, animales y plantas. “Dentro de las sustancias químicas están las sustancias perfluoradas y polifluoradas y este grupo es bien particular, porque se han diseminado hoy en día por todo el planeta. Están presente en nuestra vida diaria, en utensilios de cocina, en productos de higiene personal, en cosméticos, en pinturas, y hasta en la ropa, y el problema es que estas sustancias son disruptores endocrinos, o sea, alteran las hormonas sexuales de los mamíferos, son tóxicas y cancerígenas”.
¿POR QUÉ EN LA ANTÁRTICA?
Conscientes que este remoto lugar del planeta es el pilar esencial en el sistema climático global, los expertos explicaron las razones que los llevarán a desarrollar sus estudios en esta zona. “Es el último lugar prístino que va quedando en la tierra y servirá como modelo para hacer predicciones de los efectos que podrían ocurrir a futuro. Si identificamos la presencia de las sustancias mencionadas en la Antártica, no será una buena noticia, porque resulta que estaríamos hablando de que todo el planeta estaría afectado por la presencia de PFAs”.
El objetivo de esta investigación es analizar en muestras bióticas y abióticas, es decir tomarán muestras de agua, de sedimentos, de invertebrados que viven en la Antártica, así como también peces y aves marinas (como los pingüinos) y mamíferos marinos. Una vez que tengamos las muestras (que debieran comenzar a tomar en enero y febrero próximo) se reunirán con los profesionales belgas. “Debido a nuestro prestigio internacional como Universidad de Concepción, los investigadores de Bélgica se interesaron mucho en poder colaborar porque además tienen los laboratorios más avanzados para detectar este tipo de sustancia”, explicó el Dr. Celis.
En la investigación también participará el Dr. Winfred Espejo Contreras, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, quien ahondará en el aspecto de las patologías que se pueden desarrollar entorno al efecto toxicológico de estas sustancias. “Este proyecto del INACH se inscribe en la línea de investigación de biogeoquímica de contaminantes persistentes en ecosistemas remotos, en la cual hemos estado trabajando durante la última década. La evaluación de ‘Nuevas entidades’, término utilizado para referirse a los contaminantes de origen antropogénico en el marco de los límites planetarios, aborda sustancias de las cuales se conoce poco o se desconoce su distribución ambiental, especialmente en entornos remotos”.
La colaboración del Dr. Winfred Espejo, director del Laboratorio de Biogeoquímica Aplicada del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de Agronomía UdeC, facilitará la preparación de muestras antárticas en dicho laboratorio. “Estas muestras serán posteriormente enviadas a Bélgica para la cuantificación de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFA)”. Con los datos obtenidos, el académico, aprovechando su amplia experiencia en biogeoquímica, trabajará en conjunto con el Dr. José Celis para evaluar la distribución de estos contaminantes orgánicos persistentes en las tramas tróficas de la península Antártica. “Este enfoque nos permitirá comprender el posible impacto de estos químicos en la fauna antártica”, precisó el Dr. Espejo.
Finalmente, el Dr. José Celis agregó que los resultados serán informados a la comunidad internacional. “Porque la idea de hacer estos estudios es poner una voz de alerta para que los procesos industriales sean más sostenibles, es decir, el desarrollo industrial es necesario, pero hoy el gran desafío que tiene la ciencia y la tecnología es poder usar procesos que sean más inocuos para el medioambiente, usando materias primas alternativas, usando procesos que sean menos contaminantes y que puedan ser incorporados al concepto de economía circular”.
Por Francisca Olave Campos