- Profesional de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, Dra. Giordana Espinoza, se refiere a las señales y síntomas a los que se debe poner atención.
El afecto incondicional que ofrecen los perros y gatos hace que muchas personas los consideren miembros fundamentales de la familia. Por ello, el cuidado de su salud se ha vuelto una prioridad para los tutores. Comprender sus señales es esencial para asegurar su bienestar, ya que pueden manifestar su malestar de diversas formas.
Síntomas como aislarse, dejar de comer, lamerse repetidamente, llorar o gemir pueden ser indicativos de que podrían estar sufriendo algún tipo de dolor o malestar. Además, es importante observar cambios en su comportamiento habitual, como la alteración en sus patrones de sueño o la pérdida de interés en juegos que antes disfrutaban.
Según lo manifestado por la subdirectora de la Clínica Veterinaria de la Universidad de Concepción, campus Concepción y jefa del Servicio de Anestesiología y Analgesia, Dr. Giordana Espinoza existen situaciones cotidianas que pueden provocar algunos malestares como dolor abdominal, dolor de oídos, problemas orales, problemas para orinar, entre otros.
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Al igual que los humanos, las mascotas, al llegar a la etapa de la vida adulta, pueden experimentar dolores crónicos que afectan principalmente a sus huesos y articulaciones. Este dolor puede ser más complejo de identificar, ya que los animales no pueden comunicar su malestar de la misma manera que las personas, por lo tanto, es fundamental que los tutores se familiaricen con los signos sutiles que entregan.
Los síntomas pueden incluir dificultad para levantarse, rigidez después de periodos de descanso, evitar realizar actividades que solían disfrutar, y cambios en el comportamiento, como irritabilidad o mayor apego a sus tutores.
Para ayudar a los animales mayores, los tutores pueden considerar varias opciones como mantener un peso saludable, ya que el exceso de kilos puede agravar problemas articulares.
En este sentido la Dra. Espinoza explicó que, “en la etapa geriátrica, el manejo del dolor crónico es fundamental para garantizar una buena calidad de vida. Como parte de los cuidados, se debe considerar un manejo multimodal, que implica la utilización simultánea de fármacos, fisioterapia y ejercicios de desarrollo cognitivo, adaptados a las necesidades individuales de cada paciente. Además, es crucial adaptar el entorno del animal, proporcionando camas cómodas, fácil acceso a agua y comida, y un ambiente tranquilo y seguro. La analgesia preventiva es un tema muy importante en estos pacientes, ya que se puede implementar antes de que el dolor se manifieste, lo que ayuda a que el paciente tenga una mejor calidad de vida”.
Según lo manifestado por la experta, además es importante mantener una comunicación constante con un veterinario de confianza y realizar chequeos regulares que puedan ayudar a detectar problemas de salud antes de que se agraven. También es recomendable educarse sobre la anatomía y el comportamiento de cada especie, ya que esto puede facilitar la identificación de señales de alerta.
