Alérgenos ambientales, los principales desencadenantes de dermatitis atópica en mascotas durante la primavera
Con la llegada de la primavera y el aumento del polen en el ambiente, muchas personas notan que sus mascotas comienzan a rascarse con frecuencia o presentan irritaciones en la piel. Estos signos pueden ser indicativos de dermatitis atópica, la alergia más común en mascotas, que responde a una hipersensibilidad frente a alérgenos ambientales o alimentarios.
La dermatitis atópica es una afección inflamatoria de la piel que se origina por una respuesta inmunológica exagerada ante elementos comunes del entorno. El Médico Veterinario Universidad de Concepción, Dr. Carlos Riquelme Merino explicó que los ácaros y pólenes son algunos de los principales alérgenos.
“Tenemos ahí ácaros ambientales, de almacenamiento y los ácaros del polvo que son, por lejos, uno de los alérgenos más prevalentes en pacientes atópicos. Luego de eso también tenemos pólenes, principalmente de pastos, por ejemplo en Chile existen muchas gramíneas y otros pastos que están en todos lados, generan estos pólenes, sobre todo en primavera, que también forman parte de los principales alérgenos”, detalló.
Sin embargo, no todos los casos tienen el mismo origen. Algunos animales desarrollan alergias alimentarias, donde ciertas proteínas actúan como desencadenantes del cuadro.
“Tenemos distintos tipos de proteínas que los estudios señalan como alérgenos más frecuentes. Las más comunes son en primer lugar la proteína de vacuno. En muchos estudios a lo largo de los años se ha descrito como una de las más comunes a nivel mundial. También tenemos el pollo, que no es el principal, a pesar de que la gente comúnmente lo menciona. Luego tenemos también los lácteos y los pescados”, señaló el especialista.
¿Cómo detectar la dermatitis atópica en mascotas?
Picazón en los ojos y estornudos son algunos de los síntomas que pueden presentarse en humanos durante esta temporada. Aunque diferentes, las mascotas también presentan señales de alerta frente a las alergias estacionales.
Los síntomas más característicos de la dermatitis atópica en mascotas son la picazón intensa (prurito), el lamido excesivo y las lesiones cutáneas producto del rascado.
El especialista en dermatología y endocrinología canina y felina, puntualizó que “el signo principal que se presenta en pacientes alérgicos, tanto caninos como felinos, es el prurito o picazón. Esta picazón se manifiesta en animales distinta a nosotros, porque nosotros tenemos conciencia de que rascarnos nos genera un daño en la piel y lo controlamos en la medida de lo posible. Sin embargo, nuestros pacientes caninos y felinos no lo controlan entonces se rascan, se lamen, se muerden, muchas veces hasta dañar su piel de forma bien marcada en casos muy severos”.
“Las zonas que clásicamente se ven más afectadas en los pacientes alérgicos son toda la parte más ventral, las axilas, el pecho, el abdomen, la ingle y la zona interdigital. Pero también se puede afectar los conductos auditivos, por eso que uno de los síntomas también asociados comúnmente a alergias en perros son las otitis, la inflamación de los conductos auditivos”- señaló -“en en pacientes alérgicos alimentarios también puede picar las mucosas, como por ejemplo la mucosa labial o la mucosa perianal”.
En perros y gatos los síntomas se presentan de manera diferente. En el caso de los felinos, el Dr. Riquelme señaló que “se genera lamido excesivo o sobre acicalamiento y van apareciendo con ellos secundariamente lesiones o alopecia”, a esto se suma que “su proceso alérgico afecta también otros sistemas, que puede involucrar el sistema respiratorio, generando asma, afectar su intestino y otras partes, no solamente la piel, pero en el caso de los perros la alergia exclusivamente afecta principalmente la piel”.
Evitar la automedicación
Entre las razas de perros más predispuestas se encuentran West Highland White Terrier, Bulldogs, Golden Retriever y Labrador, aunque también se presenta en perros mestizos. En todos los casos, el diagnóstico clínico y dermatológico es fundamental para definir el tratamiento adecuado.
El experto advirtió que “en personas es común la automedicación, la verdad es que los medicamentos antialérgicos para el control principalmente del prurito y de la inflamación alérgica que tenemos nosotros disponibles en Chile son variados. Todo tutor de paciente alérgico tiene que entender lo que le está pasando a su mascota para poder interceder frente a ese signo, pero de forma controlada, y siempre asesorado y guiado por su médico veterinario, para poder dar un buen curso a la enfermedad, porque estos medicamentos no están exentos de efectos secundarios”.
Además agregó que “la indicación terapéutica está generada para cada tipo de paciente alérgico, porque no todos los alérgicos son iguales, ni en perros ni en gatos. Cada paciente manifiesta su alergia de una forma particular. Por eso el diagnóstico veterinario, el reconocimiento del tipo de lesión, el patrón dermatológico que tiene ese paciente, es muy importante para hacer la elección de la terapia apropiada”.
Atención especial a los cambios ambientales
La llegada de la primavera es inevitable y con ello, la exposición a alérgenos es difícil de controlar, sin embargo, existen medidas preventivas que mejoran el bienestar de las mascotas.
En ese sentido, el especialista destacó la existencia de distintas estrategias indirectas, para controlar la presencia o la exposición a alérgenos, sin limitar el estilo de vida libre de los animales.
“Hay estrategias que permiten controlar el proceso alérgico, por ejemplo, los baños frecuentes son parte fundamental del tratamiento de un paciente alérgico. En caninos particularmente – los gatos es algo distinto- el baño es parte fundamental. Toda la evidencia científica apunta a que el baño frecuente, baños semanales o baños varias veces en el mes, no solamente reducen la presencia de alérgenos en el pelaje de nuestros pacientes o en la piel, sino también tienen muchas otras finalidades con productos que hoy tenemos a disposición, como antisépticos en champú, hidratantes, productos que van a reparar la barrera cutánea, que en muchos de estos pacientes presentan defectuosa”, explicó.
Esto debe ir complementado con terapia antialérgica cuando corresponde, algún tipo de alimentación especial, y todos los cuidados que el tutor debe entender.
“Es una enfermedad muy compleja, es una enfermedad que es demandante, que muchas veces estresa a los tutores, porque los pacientes, se rascan muchísimo, incluso llegan a herir su piel”, puntualizó.
Así, al igual que en los humanos, el llamado de los expertos es a evitar la automedicación y consultar siempre a un médico veterinario ante signos persistentes de picazón, irritación o lesiones en la piel. Una detección temprana de la dermatitis atópica en mascotas y un plan de tratamiento integral pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de perros y gatos que sufren enfermedades alérgicas.
Por Vanessa Vega Sanhueza