Hábitos poco saludables y tamaño: factores que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas en mascotas
Al igual que en los humanos el sobrepeso, la mala alimentación y la falta de ejercicio físico pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas de los animales. Factores modificables que acompañados de una buena prevención podrían disminuir el riesgo de presentar estas patologías. Sin embargo, el tipo de raza, tamaño, el sexo y la edad de las mascotas también son factores claves a la hora de determinar la prevalencia de enfermedades cardiacas.
El académico del Departamento de Ciencias Clínicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción y Director del Hospital Clínico Veterinario UdeC-Chillán, Dr. Sergio Cofré González, asegura que los factores de comorbilidad, por malos hábitos alimenticios, puede causar enfermedades metabólicas, lo que afecta el sistema cardiovascular, específicamente, lesiones en la arteria coronaria.
El especialista señala que algunas razas particulares están más predispuestas a desarrollar enfermedades en el corazón. “Tengo que mencionar a los Chihuahuas, a los Teckel (también conocido como perro salchicha), los Poodle, los Maltés, que son perritos de razas pequeñas. Y en perros de raza grande, el Pastor Alemán, Boxer, Doberman, San Bernardo, se enferman bastante del corazón”.
Mientras que en el caso de los gatos, los Maine Coon, los Persa y el gato Abisinio, son las razas que presentan mayor riesgo a esta afección.
En relación al sexo de las mascotas, el especialista agrega que “los machos desarrollan cuadro clínicos más severos de la Valvulopatía mitrálica al igual que los machos de razas grandes que presentan más frecuentemente cardiomiopatías dilatadas. En el caso de las hembras presentan de forma más frecuente enfermedades cardíacas congénitas como el ductus arterioso persiste. En el caso de los gatitos, sabemos que es más común encontrar enfermedades cardíacas congénitas en los machos”.
Enfermedades y prevención
Entre las patologías más frecuentes, detectadas en perros y gatos, se encuentran las valvulopatías y las cardiomiopatías.
“La mayoría de nuestros pacientes, especialmente las razas de talla pequeña (< 15 kilos), se enferman de las válvulas cardíacas, que se llaman las valvulopatías. A diferencia de los perritos de talla grande, que se enferman en el músculo cardíaco, que se llaman cardiomiopatías”. Esta última también se presenta mayoritariamente en gatos.
La identificación temprana y el manejo adecuado de estas enfermedades en mascotas son esenciales para prolongar su calidad de vida y bienestar. Mantener una dieta equilibrada y un régimen regular de ejercicio, junto con revisiones veterinarias periódicas, son las mejores estrategias preventivas.
“Estas enfermedades, lo ideal es diagnosticar de forma temprana, o sea, por condiciones no cardiológicas, durante el control de la vacuna o la revisión por una patología no cardíaca, y en el examen clínico se generan o se encuentran anormalidades cardiovasculares”, detalla el académico.
Estas enfermedades que sólo pueden ser diagnosticadas con exámenes complementarios del corazón, como una ecocardiografía doppler, estudios de electrocardiograma o radiografías de tórax, también pueden presentar síntomas que los dueños pueden identificar.
“Cuando ya se está manifiesta la enfermedad en el corazón, estos individuos desarrollan principalmente dificultad para respirar. Tienen disnea, taquipnea, que es aumento de la frecuencia respiratoria. Normalmente es por sobre 30 ciclos por minuto. Y lo más importante es que muchos de ellos acompañan esta dificultad para respirar con tos. La tos es un signo clínico bastante común en pacientes con enfermedades en el corazón”, relata el Doctor.
Frecuencia de revisiones veterinarias
Las visitas regulares al veterinario son cruciales para prevenir y detectar a tiempo estas enfermedades. Para Cofré las mascotas “habitualmente deberían revisarse una vez al año o cada dos años. Cuando son jóvenes, el control vacunal es el que se hace una vez al año, pero después de los 6 a 8 años, a este control o revisión anual hay que sugerir exámenes y exámenes preventivos. Se recomiendan exámenes de sangre, análisis de orina y ahí comienzan los estudios al corazón”.
A eso también se suma una dieta balanceada y una vida saludable. “En la actualidad sabemos que una restricción moderada de sodio, alimentos sin sal o bajo en sal, es bastante beneficioso para el manejo y el control de las presencias de edemas o derrames. Entonces, una de las primeras medidas que hacemos nosotros cuando comenzamos a notar enfermedades en el corazón, es que restringimos el sodio en la dieta. Y lo otro que es muy beneficioso, el ejercicio físico regular y controlado para controlar el sobrepeso”, cerró el especialista.
Por DirCom.